Actuar de forma correcta es lo que se espera de cada uno. Si se nos da una gran cuota de poder, lo que se piensa es que la utilizaremos para ayudar al más débil, buscar el mayor bien para el mayor número de gente, cuidar de aquellos que lo necesitan. Nadie se sorprende que encarnemos, haciendo uso de nuestros personajes virtuales, héroes gloriosos y honestos; guardianes de mundos e incluso galaxias; salvadores de la humanidad y , por qué no, de otras razas también. Sin embargo, muchos son los videojuegos que nos presentan la otra opción; la malvada, la "incorrecta", la despiadada y, claro, muchos somos los que optamos por ella. Ahora, ¿por qué es que nos gusta el camino de la destrucción? ¿Por qué nos divierte la posibilidad de aniquilar, destrozar y manipular en ese mundo virtual? Bueno, veamos algunos ejemplos.
El 26 de mayo del 2012, la desarrolladora Ndemic Creations
® lanza para los sistemas operativos Android, iOS, Windows y Mac el juego "Plague Inc." El mecanismo del mismo es bastante simple: crear un patógeno que extinga a la humanidad. Cualquier padre que prestase atención a lo que su hijo o hija jueguen descartaría este producto inmediatamente (o eso se podría esperar), pero aquí es donde hay que hacer una importante observación. El juego no divierte porque permita matar a billones de humanos virtuales, sino porque requiere de una estrategia tal que, para conseguirlo, uno lo intentará una y otra vez. El juego se inspiró en la película "Contagio", dirigida por Steven Soderbergh, y en el popular minijuego "Pandemic II".
Vayamos a otro ejemplo. En otoño del 2005 sale al mercado "Black and White 2", realizado por Lionhead Studios
® y publicado por Electronic Arts
®. El atractivo más grande del juego es que te permite ser un dios omnipotente, otorgándote la capacidad de manipular a los ciudadanos de tu civilización, obligandolos a cumplir ciertas tareas y permitiendoles tener libre voluntad o no. Por su puesto, aquí también tenemos la opción de desatar nuestro ser más ruin. No solo debemos cumplir la misión que se nos pide, sino que también gozamos de la libertad para lograr nuestro cometido con toda la tiranía del mundo. No obstante, de nuevo aquí la parte estratégica ocupa un rol fundamental. Entonces ¿existe solo la posibilidad de ser malvado por el simple placer de serlo?
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"Lucius", otro juego de pura maldad. Shiver Games®, 2012 |
La respuesta es un rotundo SI. En el año 2012, Shiver Games
® crea "Lucius" el juego donde tu eres un muchachito influenciado y protegido por satanás, quién te encarga todo tipo de asesinatos brutales. Simple, conciso, claro; la muerte brutal de los otros personajes es tu único objetivo. Maldad pura en una mezcla bizarra con el mundo de la supuesta inocencia infantil. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido un rechazo muy grande hacia otra persona. Sea cual sea el motivo, puede ser que hayamos incluso fantaseado con borrar a esa persona de este plano de la existencia. Es por ello que juegos de este estilo nos entusiasman tanto. Considérenlo una especie de "parche" contra el odio que se le pueda tener a alguien o algo en particular. No podemos ir por la vida asesinando a quien nos plazca; el sistema y la civilización no funcionan de esa manera. Por eso es necesario algún tipo de bálsamo, de "antídoto" contra esa ira tan incontrolable en ciertos casos.
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"Hatred". Destructive Creations®, 2015 |
El año entrante podremos tener a nuestro alcance "Hatred". En esta ocasión nos meteremos en la piel de un asesino en serie el cual, cansado de la sociedad actual y lleno de asco hacia la humanidad, emprende una cruzada genocida contra civiles, policías y todos aquellos que se interpongan en su camino. ¿Existe algo más dedicado exclusivamente a la maldad y la violencia que esto? Debatible. Lo que sí es seguro es que, si estos juegos tienen el éxito del que gozan, es porque hay un mercado que los consume. No considero que eso esté mal, para nada. Soy un fiel creyente de que las energías deben ser liberadas antes de que se lo consuman a uno desde dentro. ¿Por qué no hacerlo en un mundo virtual y ficticio, entonces? Estamos omitiendo aquí todos aquellos juegos que presentan un escenario donde la maldad pura es una constante. Todos aquellos juegos bélicos, de supervivencia, de ataques alienígenas a la tierra quedan fuera de discusión porque allí no existe un libre albedrío tan pautado como en estos otros escenarios.
Por todo esto, yo digo VAMOS A HACERLO. Descarguemos nuestras tensiones con aquellos que pueden volver a existir con tan solo apretar un botón. Quitémonos de encima el peso de tolerar injusticias destruyendo un sistema que ya de por si no puede existir sin nosotros en el mundo digital. Porque algo es seguro: nadie que guarde todas aquellas sensaciones y sentimientos por largo tiempo puede permanecer cuerdo. Los videojuegos están para eso, para entretener hasta el costado más oscuro de nuestro ser. La opción está, solo queda aprovecharla.
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